miércoles, 15 de abril de 2009

Juguetes khemetianos.

Khemet

En relación al post anterior, en esta encantadora imagen de Flickr con Tebas, la capital de Khemet de fondo, hago una breve mención a los siguientes artefactos:

1- Arqueros nubios: conformaban parte del ejército egipcio, siendo tan precisos que les llamaban “ojo en la flecha”, pues podían darle en el ojo a un hombre conduciendo un carro a gran velocidad.

2- La recreación de un arco compuesto egipcio para medir su capacidad a manos del arquero campeón Mike Ashington.

3- Recreación de una fábrica de armas egipcia en donde se construye un carro de características particulares.

4- Empleo del carro y arco reconstruídos: por carro iban un arquero, un conductor y un hombre con un escudo para proteger a los otros dos individuos.

5- Un espada egipcia -o cimitarra, ya que es una espada curva- que tiene funciones: cortar, atravesar y desarmar (en este caso, con su punta, bajar el escudo del enemigo). Excelente espada.

6- Hacha penetrativa: sencillamente letal, y arma común entre los soldados egipcios.

Esto para ejemplificar como la tecnología se desarrolla cuando hay una necesidad y, en especial, cuando se requiere superioridad tecnológica en el campo de batalla para conquistar o sobrevivir.

Por último: la tecnología en sí no es ni buena ni mala, sino que es el uso que le damos lo que define su naturaleza.

Ciencia y Tecnología van tomados de la mano.

La ciencia es el conocimiento sistematizado, elaborado mediante observaciones, razonamientos y pruebas metódicamente organizadas, que utiliza diferentes métodos y técnicas para la adquisición y organización de conocimientos sobre la estructura de un conjunto de hechos objetivos y accesibles a varios observadores, además de estar basada en un criterio y una corrección permanente.


La tecnología es la aplicación del conocimiento científico en el quehacer productivo del ser humano, el conjunto de habilidades que permiten construir objetos para adaptar el medio y satisfacer nuestras necesidades.
La ciencia y la tecnología se relacionan, van de la mano, pero no son completamente dependientes entre sí, pues hay ciencia que se desarrolla con el solo fin de incrementar el conocimiento científico en su ámbito, la denominada ciencia pura – como son las ciencias exactas-, y otras que están para resolver problemas puntuales que permitan manipular nuestra realidad, como es el caso de la ciencia aplicada, en especial la ingeniería, entre otras cosas.


En la antigüedad, la mayoría del desarrollo científico y tecnológico se producía en base a la experiencia –el método de acierto y error-, el sentido común y la necesidad. Así, un descubrimiento científico podía ayudar al desarrollo de la tecnología, pero no se les consideraba especialmente interdependientes.


Dentro de los factores que, usando de ejemplo a los antiguos árabes, permitieron el desarrollo de su ciencia estaba la religión: la astronomía se profundizó debido a su necesidad de saber las fases de la luna, y manejar las horas de oración. En tecnología, al vivir en tierras muy secas, precisaban encontrar técnicas que les perimitiesen regar mejor sus tierras, desarrollando la noria.


Mas, el desarrollo tecnológico de las sociedades antiguas, en su mayor parte, lo dieron los conflictos bélicos; los antiguos egipcios, en la época de Ramsés II, al enfrentarse a los Hititas, tuvieron que renovar todo su arsenal bélico, permitiendo esto el desarrollo de su arco compuesto –aunque no es exclusivo de ellos- y de su ligero y funcional carro de guerra.


Y con todo, muchos de aquellos artefactos son predecesores a nuestra tecnología actual, y es bueno saber de su existencia, y de su historia, pues normalmente se tiene la impresión de que tecnología es todo lo que trata de computadores y redes, cuando eso no es así: el martillo y la navaja más primitivos son tecnología, pues nos permite transformar nuestra realidad y mejorar nuestra calidad de vida. De hecho, la primera gran revolución tecnológica es el manejo y control del fuego, pues éste permitía asar la carne, la cual se preservaba más tiempo, lo que nos permitía recorrer mayores distancias.


Egyptian Soldiers
Cargado originalmente por doctahmenanteau

jueves, 26 de marzo de 2009

El elefante es mecánico, y un reloj.

Este es El Reloj Elefante:

¿Lindo, no? ...sí, sí lo es.

Descrito por al-Jazarí en 1206 es notable por varias innovaciones. Fue el primer reloj en el cual un autómata reaccionaba después de ciertos intervalos de tiempo – específicamente, cada media hora – siendo en este caso, un robot humanoide tocando el címbalo y el chirrido de un ave mecánica, y en ser el primer reloj de agua que registraba con precisión el paso de las horas para igualar la duración de los días en todo el año.
Una reproducción actual en funcionamiento a tamaño original se encuentra como pieza central en el Ibn Battuta Mall, en Dubai, Emiratos Árabes Unidos. He aquí al artefacto en cuestión:
¿Lindo, no? ...sí, sí lo es.


martes, 24 de marzo de 2009

al-Jazarí rockeando en Flickr

Para la clase de Tecnología de la Información II - origen de este lindo bodrio - coloco una imagen desde Flickr:



y ya que este es obligatoriamente un blog de tecnología, esto me es pertinente para introducir a al-Jazarí, un erudito árabe, artista, astrónomo, inventor e ingeniero mecánico.
Este hombre estudió las obras de Arquímedes de Siracusa y Herón de Alejandría, junto la tradición helenística de las norias, relojes y ruedas hidráulicas, siendo así el continuador de esta tradición en la Edad de Oro Musulmana.
Es uno de los pocos eruditos árabes que se dedicó al estudio y desarrollo de la "ciencia de los ingeniosos mecanismos", nombre por el cual se conocía a la mécanica, destacando su “Libro del Conocimiento de los Ingeniosos Mecanismos”, en donde da instrucciones sobre cómo construir autómatas, relojes, y otros artefactos.
La imagen es de la obra ya mencionada, y corresponde a un conjunto de autómatas que por medio de la aplicación de la hidráulica tocan instrumentos musicales, también apreciándose su veta artística, la cual dejaba relucir en sus trabajos.
También es reconocido como el inventor del cigüeñal.








jueves, 12 de marzo de 2009

1. 2. 3. Probando


Esto es una prueba: no una evaluación, sino que una prueba.

No es aguda, es una prueba.

No te pido que la pruebes, sino que entiendas que es una prueba.

Nada más y nada menos que una prueba.

Como es una prueba, puede salir mal, o bien, porque probamos.

Probar es el objetivo de una prueba.

Y una vez más: esto es una prueba.

A buen entendedor, pocas palabras. Y si eres un mediocre entendedor: esto es una prueba.